A deleitarnos con las leguminosas!

Desde tiempos inmemoriales haciendo parte de la gastronomía, influenciando platos de muchas regiones del planeta: desde la fabada asturiana, el cocido madrileño, el potaje de garbanzos en España, la bandeja paisa en Colombia, las lentejas con Knödel en Austria, el cuscús Marroquí, los currys de la India, los frijoles negros a la Cubana, el falafel del Oriente, la feijoada de Brasil y Portugal, o la multitud de usos de la soja. Son unos cuantos ejemplos de cómo han hecho parte de nuestra alimentación.

Incorpóralas en tu menú semanal, como una manera de consumir un alimento que admite muchas combinaciones, para obtener platos muy nutritivos. Por su contenido proteico, de carbohidratos, vitaminas del complejo B, minerales como el magnesio, el potasio, el fósforo, el calcio, el zinc, además de fibra.
Algunas preparaciones podrían ser: en croquetas, o haciendo parte de ensaladas, platos acompañados con verdura, purés, o en hummus.

No sólo contribuyen a tu bienestar sino que también al del planeta. Ya que las plantas de las leguminosas benefician el terreno donde crecen. Los nódulos que se originan en las raíces fijan nitrógeno y alimentan a la planta y al suelo.

En caso de que las prepares, ten cuenta el tiempo de remojo. Por ejemplo: los garbanzos y los frijoles requieren por lo menos 12 horas (el agua del remojo no se utiliza para la cocción). Algunos tipos de lentejas sin embargo, no requieren remojo.


Las leguminosas que vienen procesadas listas para consumir son una buena opción que te ahorra tiempo, y que puedes combinar de formas muy diversas, con distintos tipos de cereales (como: espelta, quinua, bulgur, cuscús…) y verdura, para hacer un plato muy nutritivo, y con una proteína de muy buena calidad!.

Sabías que el maní es una leguminosa oleaginosa?

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